No, no es una broma. Aunque puede ser que la figuración del batmóvil en la historia del automóvil ha sido desgraciadamente postergada, eso es cosa del pasado. Con esto me refiero a que debemos olvidar esas cosas con spoilers que todos asociamos a Batman, como estas:
Desde la primera serie de televisión de Batman, en la que el susodicho artefacto era encarnado por un lincoln futura tuneado, la industria del cine ha evolucionado mucho. Tanto, que para crear una nueva versión del aventurero de la capa, se decidió crear una nueva versión de su carro... carro de combate para ser exactos.
Bueno, para empezar mi alegato habitual, diré que el último batmóvil fue bautizado como tumbler (acróbata), y en su diseño figuran tanto los elementos como el patrocinio de Lamborghini.
Un apunte que debo hacer para que se me tome en serio, es que el coche no es imaginario en absoluto. Todas las tomas de Batman Begins, en las que aparecía el tumbler, se rodaron con un coche real, y no hablo de un tuneado como en la primera película de hace tantos años, sino de un coche construido desde cero, con un motor real (y vaya motor: un V8 de 8,7 litros). El tumbler tiene tracción a las cuatro ruedas, una carrocería de fibra de carbono, e incluso limpiaparabrisas. Es biplaza, y el interior es similar al visto en la película, exceptuando los sistemas de armas, que son ficticios. Su sistema de apertura es superior (todo el parabrisas se desliza hacia arriba y luego vuelve a hacerlo junto con el resto del techo pero esta vez hacia atrás, y después los asientos se elevan para facilitar la entrada y salida a los ocupantes), posee seis alerones ajustables que ayudan a estabilizarlo a altas velocidades (250km/h de máxima, que no parece mucho, pero para un coche de dos toneladas y pico es impresionante), y disponía de una impresionante amortiguación que le permitía dar saltos de casi diez metros de longitud y volver a aterrizar desde dos metros de altura sin resultar dañado (¡sí, es verdad, me he informado y he visto las tomas del rodaje en las que lo hacía!). Se construyeron tres unidades, dos para rodar y una de reserva, pero esta no fue necesaria, ya que las otras dos aguantaron todo lo que se les echó encima, desde coches que tuvo que embestir, hasta muros (de cartón piedra para no pasarse, pero muros al fin y al cabo). Al final el proceso de desarrollo y construcción costó un par de millones de dólares, y el costo tanto del montaje como de la obtención de la carrocería fue de 250000 dólares.
Mi opinión sobre este maquinón es clara: yo quiero uno leches. A ver si en alguna subasta me lo agencio...
Os dejo un par de fotos más:
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