Ya era hora de salir de los cánones occidentales para mostrar algo del potencial talento oriental, capaz de crear auténticas obras de arte con una fluidez inigualable. Para empezar, decir que este Mazda es sólo uno de los pertenecientes a la generación de concept cars inspirados en las ondas fluidos. Este en concreto tiene un nombre que en japonés evoca al sonido del viento. Fue presentado en Detroit en el año 2008 y tiene una característica especial: funciona gracias al etanol. Este aspecto lo hace ecológico, pero por desgracia, es un coche envuelto en el secretismo, ya que la empresa japonesa prefiere mantener las características técnicas del coche bajo un aura de misterio (es evidente que el egoísmo por parte de los empresarios japoneses se vuelve a hacer patente).
Por mi parte, y en vista de las circunstancias, diré que su original estética no tiene igual (exceptuando los otros 6 concept de la serie Nagare), y es muy dado a inspirar posibles variaciones, ya que este nuevo look que adopta la compañía se ve dado a abrirle las puertas a una nueva dimensión de vanguardia en las futuras carrocerías.
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