jueves, 4 de agosto de 2011

DESIGNING AGAIN.

  En verano, ciertas personas se aburren. Yo soy el perfecto ejemplo de ello. La diferencia entre el resto de la población y yo, es que la mayoría de vosotros, cuando os aburrís, os sentáis en un sillón a contemplar cómo pasa el tiempo hasta que se os ocurre algo que hacer, mientras que yo, siempre tengo algo que hacer, por lo que no vivo esos momentos de indecisión tan normales en la vida de las personas. Yo no soy muy normal que digamos, así que hace unos días, en vez de tener uno de esos momentos, se me ocurrió coger el ordenador y crear un nuevo diseño, que salió unas treinta veces mejor que el primero que os dejé ver hace ya un tiempo.
  El primer diseño que os traje, era mi segundo experimento para crear un Lamborghini digital, aunque no se parecía mucho a los coches de la marca en cuestión. Y al pensar en este hecho, me decidí a superarlo con creces, y así lo hice, creando un lambo con un aspecto más propio de los de su raza, es decir, con un motor trasero, pero con rasgos que lo distinguieran del resto: en primer lugar, caeréis en la cuenta de que no tiene retrovisores (debemos entender pues que posee cámaras de visión trasera), también se lo ve más agresivo y fluido en estética que otros lambos, en tercer lugar estoy seguro de que al mirar la parte delantera y ver esos alargados faros y esos picos y flaps propios de un avión de combate os extrañaréis, y por último, lo más insólito del coche, es que las ruedas están tapadas por cuatro fundas con forma de semiesfera, destinadas a aumentar el coeficiente aerodinámico del coche. Después de todo esto, debo decir que al mirar la parte delantera me recuerda un poco a un Batmóvil.
  La inspiración para crearlo, sin embargo, surgió de la naturaleza, concretamente de un animal, que no es otro que el tiburón (de ahí que decidiera bautizar el coche como "Lamborghini Tibrone"), y ese es el motivo de que el coche posea unas estructuras que parecen branquias detrás de las ruedas delanteras (aunque realmente sean salidas de aire para que la goma no se sobrecaliente al estar aislada del exterior).
  Para acabar, os dejo el resto de imágenes pertenecientes al coche para que juzguéis vosotros mismos los rasgos estéticos:


miércoles, 3 de agosto de 2011

CONCOURS D´ELEGANCE LONDON

  Desde los comienzos de la historia del automóvil, se vienen realizando reuniones destinadas a mostrar las mayores bellezas que los diseñadores han podido crear. El pasado año, se realizó una de estas reuniones, llamada Concours d´elegance (concurso de elegancia, para los que sean poco hábiles en materia de idiomas).
  Estos eventos suelen realizarse en Italia (el de este año se ha celebrado allí), pero el año pasado, la cosa fue diferente, ya que junto con un evento de coches de lujo, se convocó la famosa reunión en nada más ni nada menos que Inglaterra (que es y siempre ha sido, junto a Italia y después de ambas Alemania, capital de los coches de lujo). 
  Lo que ahora procede, como es evidente, es que yo haga una pequeña muestra de las mejores joyas expuestas en este concurso. Allá vamos:



Aquí vemos el Jaguar XK-E Speedster Roadster.


Este es un Jaguar XK perteneciente a una generación anterior al que os he puesto antes.



Aquí vemos un Rolls-Royce Phantom dropehead y un Phantom en su lujosa versión cuatro puertas.


Este es un Rolls-Royce Hyperion concept diseñado por la empresa italiana Pinifarina.


Un Bentley Continental GTC.




Arash AF-10.



Esta preciosidad llegada de Australia es un Holden Efijy.


Morgan EVA-GT.


Alfa Romeo 6C.


El precioso Delahaye 165 Roadster.


Bugatti Veyron Sport Roadster.


El Lamborghini Miura Roadster.


El ecológico Tesla Roadster (la verdad es que dale que te pego con el "Roadster", que ya van cuatro seguidos).


El Ferrari 250 gto.


Y finalmente, la joya de la corona de este magnífico evento, que no es otra que el coche más valorado y caro que existe actualmente (tanto es así que nadie se atreve a ponerle precio y está considerado una mayúscula obra de arte). Se trata de un Bugatti 57SC Atlantic de los años 30, que ya era cotizado cuando comenzó su reducida producción.